Misteriosa aparición en Paraná, Entre Rios, Argentina

Un hecho estremecedor habrían vivido el chofer de una línea urbana de colectivos y un pasajero, en la zona del cementerio de San Benito. Aseguran que una imagen fantasmagórica se les apareció y se desencadenaron extraños sucesos.

Aseguran que el hecho ocurrió el lunes a la noche, varios minutos antes de que el reloj marcara la hora 22, cuando un chofer de la Línea 20 (que transita desde San Agustín a avenida Jorge Newbery) apagó las luces del coche como señal de que había finalizado el recorrido. A lo lejos divisó a un hombre que le hacía señas y que él conocía y le permitió subir aunque el coche ya estaba fuera de servicio. Ninguno sabía que entonces comenzaría una pesadilla.

Según el relato de un familiar directo del colectivero, “ambos vieron a una mujer rubia, joven, de piel opaca, ojos rojos, cabello desaliñado y muy mal olor, que recorría el pasillo en penumbras, desde el fondo del colectivo. De prisa, la mujer se acercó al chofer y mirándolo fijamente a los ojos abrió la bolsa que llevaba en sus manos”. El familiar del chofer de la línea 20, mencionó que los hombres se horrorizaron al ver una cabeza humana dentro la bolsa. En ese instante, la fantasmagórica mujer le habló al chofer y le preguntó cuál era el fin del recorrido porque ella debía cruzarse a otro colectivo, aseguró la fuente consultada.

La extraña aparición dejó al colectivero sin palabras y el espectro desapareció en el cruce de Avenida Jorge Newbery y la Ruta 12, cercana al acceso al Cementerio de San Benito.

Consternados, el chofer y su pasajero no pudieron contener el miedo y pidieron ayuda a sus compañeros de la Empresa Mariano Moreno.

Cuando llegó el auxilio, los dos hombres estaban descompuestos por lo vivido, el timbre del vehículo sonaba por momentos, el GPS se apagó y las puertas se abrían y cerraban sin ser accionadas por nadie. La joven pálida había desaparecido en la oscuridad.

El transporte público, en ese momento, fue conducido por un mecánico que debió bajar en Miguel David y Caputo debido a los insoportables y constantes timbrazos que lo atormentaron durante el camino.

Los hombres fueron trasladados hacia la terminal de la empresa, en el vehículo que auxilió al colectivero.

Sin embargo, la pesadilla no había terminado: Cuatro días después de la aparición, el pasajero prefiere mantenerse en silencio. Mientras, el chofer pidió licencia hasta junio porque – según confesaron sus familiares a Elonce TV – no puede conciliar el sueño “desde aquel horroroso momento, que no puede borrar de su memoria”. Tocaba el timbre solo, la máquina de GPS se descompuso. Cuando pasó Miguel David y Caputo era insoportable continuar por los timbrazos.

El padre Alejandro Patterson, párroco de San Miguel Arcángel de Paraná y que tiene experiencia en casos de terapias de exorcismo dialogó en referencia al caso que conmovió a la capital entrerriana y que provocó serios trastornos a un chofer de un colectivo urbano y un pasajero que viajaba en la unidad en el oscuro momento cuando ocurrió la misteriosa aparición.

El cura párroco se refirió al fenómeno y reconoció que muchas veces es difícil entender este tipo de acontecimientos, aunque aventuró una hipótesis al indicar que la aparición podría ser “un alma del Purgatorio”.
El Purgatorio es un estado en el que se encuentra la persona que ha muerto en gracia de Dios pero que no está plenamente purificada, y lugar donde busca ser purificado para disfrutar plenamente de la presencia de Dios y entrar en el Cielo. Mientras tanto, afirman que dichas almas sufren por no poder acompañarlo.
“Hay una Iglesia triunfante en el cielo; los que están luchando y militando sobre la Tierra y en el medio de ambos estados están los que no han concretado bien su misión, no han crecido lo suficiente en la Tierra y por tal motivo, no pueden entrar en el cielo”, dijo el padre Patterson.
Estas almas “no han logrado la corona que Dios quería darles y por ello, deben ir al Purgatorio por un tiempo de purificación, crecimiento o sanación y luego recibir la corona”, explicó el párroco. En referencia al extraño fenómeno ocurrido el pasado lunes por la noche cuando el interno 93 de la Línea 20 finalizaba su recorrido en la zona del Cementerio de San Benito, Patterson indicó que “algunas de esas almas tienen el privilegio de volver a la Tierra y pedir ayuda”, dijo sin descartar la veracidad de las declaraciones del chofer y otra persona que lo acompañaba cuando una mujer rubia, joven, de piel opaca, ojos rojos, cabello desaliñado y muy mal olor, que recorría el pasillo en penumbras, desde el fondo del colectivo, según dio a conocer Elonce.com el pasado sábado.
Tras notar la presencia, ambos hombres habrían declarado que la mujer se acercó al chofer y mirándolo fijamente a los ojos abrió la bolsa que llevaba en sus manos. El familiar del chofer de la Línea 20, mencionó que se horrorizaron al ver una cabeza humana dentro la bolsa. En ese instante, la fantasmagórica mujer le habló al chofer y le preguntó cuál era el fin del recorrido porque ella debía “cruzarse” a otro colectivo.

El padre Patterson afirmó que “la Iglesia reza en todas las misas por las almas del Purgatorio” y contó que conoce casos de gente que han vivido acontecimientos similares, ante lo cual, el cura recomienda “oficiar misas por esas almas y por el bien de estas personas”. El religioso remarcó que dichos oficios han sido la solución a las apariciones y tras realizar misas o rezos, “el fenómeno terminó”.
Sin embargo, el párroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Paraná reconoció que “son cosas tan raras y excepcionales que es difícil hablar con exactitud de estas cosas, pero sabemos que algunas veces, las almas del Purgatorio se manifiestan para decir `aquí estamos, ustedes pueden ayudarnos y nosotros no podemos ayudarnos a nosotros mismos, pero podemos ayudarlos a ustedes´”, dijo Patterson en referencia al mensaje que estos fenómenos podrían intentar expresar al aparecer ante las personas.
“Estas experiencias son misteriosas y nadie puede interpretarlos exactamente pero obviamente, las almas del Purgatorio pasan una situación de sufrimiento, pero aún no están condenadas al Infierno que también existe”, remarcó el padre Patterson.
Finalmente, el religioso llamó a “cuidar el pasaporte al Cielo, la herencia que Dios nos ha dado y que recibiremos si lo cuidamos”, concluyó.


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