
La chica movida por la curiosidad hizo caso omiso de la advertencia del ente y miró, entonces dos puntos rojos salieron de debajo de la cama y comenzaron a perseguirla. Ella corría asustada por la habitación y finalmente se sentó sobre su cama sollozando... en ese momento cada uno de los puntos se pusieron en sus piernas y ella quedó inválida por siempre.
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