En la orilla del rio

Esta historia sucedió hace más de quince años, por el 87, eso creo, pero todo lo acontecido fue real. Soy de una ciudad del Perú llamada Hunacavelica, un lugar pequeño y tranquilo y por lo tanto no ocurrían muchas cosas extrañas por allí, y si algo verdaderamente extraño sucedía llamaba la atención de toda la población, absolutamente de todos sin excepción.

El barrio por donde vivo queda cerca al río y es común ver todas las noches parejas de enamorados jurándose amor eterno, pues bien en ese año existió una joven muy hermosa que todos conocían con el nombre de Ángela, era muy bella y estaba de enamorada de un sargento de la policía a quien todos conocían como Beto, según rumores ambos estaban prestos para casarse e incluso ya tenían fijada una fecha para la boda, por las tardes, todos los días antes de ponerse el sol ambos paseaban por la orilla del río, lugar donde se habían conocido pues era sabido que Ángela vivía por ahí.

Sin embargo no falta alguien que presa de la envidia siempre busca destruir la felicidad ajena y este fue el caso de Gladys, una chica que había estado enamorada de Beto pero la relación amorosa se terminó por el carácter posesivo y obsesivo de la misma, quien al saber que la boda de ambos estaba próxima inventó una historia acerca de que Beto tenía una amante para así separarlos.

La noticia llegó a oídos de Ángela a sólo días de la boda, se sintió traicionada y a pesar de las súplicas de su amado de que todo era mentira no quiso oír y corriendo llegó hasta la orilla del río. Beto que iba detrás de ella intentó explicarle una vez más que todas esas historias eran mentira no pudo hacerlo, pues antes de que pudiera alcanzarla, ella lo miro con los ojos llenos de lágrimas y sólo susurro:

- Juraste que siempre me amarías pero parece que tus palabras se las llevó el río- y diciendo esto se lanzó al río cuyas furiosas aguas la sepultaron para siempre.

A pesar de todos los esfuerzos que hicieron, no se pudo rescatar el cuerpo de la pobre muchacha. Con el paso de los días parecía que Beto empezaba a volverse loco pues el decía que siempre, su amada Ángela venía hasta su cama todas las noches y le recordaba la promesa.

Dos años después Beto era totalmente diferente se había vuelto alcohólico y seguía diciendo que Ángela venía a visitarlo todas las noches, sus amigos estaban muy preocupados de tan solo verlo así hasta que una noche salió disparado de su casa y comenzó a correr hacia el río diciendo que Ángela lo llamaba, que debían estar juntos, justo detrás de él sus amigos corrían tratando de detenerlo pero al llegar al río todos vieron claramente que Ángela estaba parada ahí, en el mismo lugar donde dos años atrás se había suicidado, parecía más delgada que antes y la palidez de su rostro era tan blanco como la cera. Sin dar la más mínima muestra de terror Beto se le acercó y después de un prolongado beso, ambos saltaron a las furiosas aguas para así estar juntos por siempre.

Después de ese episodio nadie quiso decir nada al respecto no podían creer que todo eso hubiese sucedido, en cuanto a Gladys, ella no se salió con la suya como todos creían pues seis meses después la encontraron muerta en su cama con los pulmones inundados de agua de río.

El cirujano loco

Hace ya muchos años, en el departamento de piriapolis, uruguay, se dice que vivía en una casa normal y corriente un cirujano con la finalidad de hacer que la vida durase más. nadie lo conocía, ni él conocía a nadie de aquel pueblo, pero todos sabían que estaba en el sótano de aquella casa trabajando todo el tiempo, cuentan que se podía ver el resplandor de una luz todas las noches en aquel misterioso lugar y se cree que es cuando aprovechaba para investigar con órganos de personas asesinadas por él mismo.

Una noche de verano, unos chicos por curiosos decidieron comprobar ellos mismos si la historia que contaba la gente del pueblo era real, así que fueron a visitar al cirujano, se acercaron al sótano y al llamar a la puerta se la encontraron abierta:
- ¿hola, hay alguien?, pero nadie contestaba...
uno de ellos vio una escalera hacia un subterráneo y éstos la siguieron decididos a investigar. bajaron cuidadosamente, muy poco a poco y a medida que avanzaban empezaron a vislumbrar el resplandor de una luz tenue, armados de valor y grandes dosis de curiosidad siguieron adelante, uno de ellos se asomó y vio al cirujano sacándole las tripas a un cuerpo de mujer, sorprendido y asustado se quedó inmóvil sin poder reaccionar, sólo el grito de atención de aquel despiadado ser los hizo reaccionar gritando llenos de pánico pero de nada les sirvió, el cirujano les atacó con su afilado bisturí y a uno le provocó cinco cortes pero consiguió escapar, el otro quedó adentro y en medio de la pelea por sobrevivir la casa se prendió fuego y allí quedaron para siempre el chico y aquel misterioso cirujano.

A la mañana siguiente cuando la policía fue a investigar encontraron el cuerpo sin vida del chaval pero ningún rastro había del cirujano.

Años más tarde, el chico que supervivió creció y compró aquella casa con la estancia que a su alrededor quedaba, el hombre contaba que por las noches veía una imagen de persona con la cara quemada rondando los habitáculos y que al acercarse éste se desvanecía ante sus ojos.

Hoy la casa está totalmente abandonada y todavía hoy se dice que el espíritu de aquel cirujano permanece entre aquellos muros y muchos aseguran ver algunas noches el resplandor de una tenue luz que sale del sótano…

Un demonio en la discoteca

Una noche de viernes santo, se hizo una fiesta en la discoteca mas famosa de Medellín (Colombia) , dicen que en un momento determinado de la noche ,entró a la discoteca un joven, que atraía las miradas de todas las jovencitas que se encontraban en el lugar, era alto ,muy bien vestido, con unos ojos algo extraños pero encantadores...

Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella encantada por su apariencia aceptó sin pensarlo dos veces, mientras bailaban él le advirtió que no mirara sus pies ya que se sentía un poco intimidado y no era capaz de seguir el ritmo, ella asintió con la cabeza…

Pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies, ella se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, todo el mundo al ver a esta joven tendida en el suelo corrió a socorrerla, y el joven con el que bailaba ya había desaparecido del lugar.

La muchacha cayó en un terrible estado de coma, y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre que para creencia de todos era el culpable de su estado, pero para sorpresa suya en el video de seguridad se veía claramente que la jovencita bailaba sola por todo el lugar, lo que quiere decir que el hombre no se reflejaba, lo que ya era bastante extraño, y para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:

"Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos"...

La discoteca estuvo varios días impregnada con un olor a azufre y la joven murió después de un tiempo con unas marcas de quemaduras en la espalda...

El autobús fantasma

De la ciudad de Toluca a la ciudad de Ixtapan de la Sal, anteriormente era obligado transitar por una carretera bastante sinuosa y peligrosa, pues bordea un precipicio sumamente profundo casi vertical y de roca sólida. Actualmente existe una autopista. Bueno, pues un día de tantos, y como cada uno de ellos en muchas ocasiones, un autobús partió de Ixtapan de la Sal con rumbo de Toluca. El viaje era de lo más normal y era por la noche, muchos de los pasajeros habían hecho ese viaje muchas veces. El autobús inició el viaje lleno, subió por la cuesta sin problemas, inició a llover, también como tantas veces en esa parte del camino, entonces alcanzó el punto más alto y desde luego inició el descenso e iniciaron las famosas (por acá) curvas de Calderón, un tramo de carretera, en el cual las curvas son sumamente cerradas y peligrosas, además se caracteriza porque sin importar si se va a Toluca o se viene de ella esa parte es de bajada, pues es parte de una hondonada bastante grande y donde hay un puente en el cual sólo cabe un auto (aún existe y se usa, también me he preguntado porque razón no han arreglado ese puente) y está además al salir de una curva muy cerrada.

En ese puente han pasado accidentes muy fuertes y muchos de ellos mortales, está tan hondo que a no ser por la cantidad de piedra afilada a los lados, fácilmente podría sujetarse un bonggi (creo que así se escribe). Pues el autobús en cuestión inició su descenso, con lluvia y por supuesto el pavimento mojado. De repente los pasajeros se percatan de que el autobús está ganando velocidad y se asustan, reclaman al conductor quien no dice nada en absoluto, entonces sumamente nervioso al fin atina a decir “están fallando los frenos”.

En poco tiempo el autobús toma tanta velocidad que es imposible controlarlo y en una curva el autobús se precipita al vacío, muchos mueren a causa del golpe, otros yacen inconscientes, el autobús se incendia y en poco tiempo es consumido por las llamas. Nadie escuchó los gritos de los pocos pasajeros que pedían ayuda y todos mueren de una forma horrible.

Mientras tanto en las oficinas de la central de autobuses no reciben el reporte de que el autobús número 40 (inventado) de esta línea de autobuses haya llegado, está demasiado atrasado y era el último de la noche de modo que si se averió, no habrá otro que lo alcance y pueda traer a los pasajeros, de modo que se envía a investigar. No parece haber rastro de él sino hasta llegar a las curvas de Calderón donde se reporta un terrible accidente, localizado por una patrulla de policía. No hay sobrevivientes y los cuerpos están unos destrozados fuera de lo que quedó del autobús y otros calcinados dentro del mismo.

Sólo fue noticia por poco tiempo, pero a partir de esa fecha y por las noches si te encuentras en la carretera de Ixtapan de la Sal, con rumbo a Toluca por la noche, y le haces la parada a un autobús, es posible que sea este autobús número 40 el que se pare y te abra la puerta. Al abordarlo notarás que es un autobús antiguo, pero en buenas condiciones, y como algunas líneas de autobuses usan autobuses no tan nuevos, no te importará mucho, pero entonces te percatarás de que aun cuando va lleno, con personas de pié, hay siempre un lugar vacío, o dos o tres, siempre de acuerdo con el número de personas que le hacen la parada y lo abordan. Nadie se sienta de modo que te sientas aun cuando te parece raro, y sientes un vacío en el estómago. Te percatas de que a pesar de la hora nadie va dormido, mujeres hombres y niños van despiertos, pero nadie habla, ni siquiera los niños, es un silencio pesado, además todos van bien arreglados ¿Por qué? Nadie sabe, entonces el cobrador (auxiliar del chófer que revisa los boletos o te cobra el pasaje) inicia pocos minutos a revisarlos, preparas el costo de tu pasaje pero, jamás pasa a tu lugar para solicitar el costo, eso es aun más raro, pero piensas que al bajar en la Terminal pagarás. Llegas a Toluca sin contratiempos, pero pasada la media noche, entonces el chófer detiene la unidad antes de llegar a la Terminal y te dice que debes bajar en ese momento, aunque no entiendes la razón obedeces. Entonces al llegar a la altura del chófer, el único que habla y, al intentar pagar tu pasaje, te dice que no es nada y añade “Baja ahora y no voltees hacia atrás antes de que cierre la puerta o jamás dejaras el autobús”. Quienes obedecen, bajan y no voltean, si no hasta que se escucha el sonido de la puerta al cerrar y se escucha el motor del autobús arrancar, sólo para darse cuenta de que no hay autobús, este mismo ha desaparecido. Los desobedientes al bajar voltean y lo que ven es un autobús hecho pedazos, dentro esqueletos descarnados y el chófer mirándote sin decir nada. El autobús desaparece y la persona en cuestión muere unos días después.

Se dice que a partir de ese momento su fantasma sube al autobús y viajará eternamente en él por causa de su desobediencia. Si por casualidad algún día viajas a Ixtapan de la Sal y de regreso tu auto no funciona, es mejor buscar la forma de regresar a Ixtapan, pero si te arriesgas y por la noche haces la parada a un autobús, quizá sea el número 40. Si es así sólo obedece las instrucciones de ese modo podrás contarlo, de lo contrario serás condenado a viajar por esa ruta en ese autobús por la eternidad.

Los peligros del autostop

Un automovilista va conduciendo por una carretera cuando ve a un hombre joven con el pulgar levantado. Al disminuir la velocidad para recogerlo se da cuenta de que detrás de unos arbustos cercanos a la carretera asoman dos o tres compañeros del autostopista.

Al ver esto, y pensando que se trataba de una banda de ladrones, el conductor decide en el último momento no recogerlos. Pero ellos ya se acercan al coche. Aterrorizado, el conductor pisa el acelerador a fondo y se aleja todo lo rápido que puede. Los chicos, enfadados, gritan y chillan corriendo detrás del coche.

El automovilista, feliz de haber logrado escapar a tiempo con su decisión, sigue su camino sin detenerse, hasta que para a repostar en una gasolinera. Al llegar y pedir al operario que llene el depósito ve que este está blanco como la cera y se aparta horrorizado del coche. El automovilista baja rápidamente del coche para ver lo que pasa y queda paralizado ante lo que ven sus ojos: atrapados en una de las manillas de la puerta hay cuatro dedos humanos...

Viajero del tiempo

Fuentes de la Comisión de Seguridad y Cambio de Moneda de los EEUU confirman que Andrew Carlssin, de 44 años de edad, ofreció una extraña explicación al increíble exito conseguido en el mercado bursátil.
No podemos confiar en las afirmaciones de este señor. Sinceramente, creemos que se trata de un lunático y de un mentiroso compulsivo Afirmó un miembro del SCM. Pero el hecho es que, partiendo de un capital inicial de 800$, este señor ha conseguido un margen de beneficios que supera los 350 millones de dólares.

Cada inversión que ha realizado sufrió una inesperada e inexplicable subida de valor, lo cual no puede ser simple cuestión de suerte. La única manera por la que ha conseguido estos logros debe de haber sido a través de información ilegal.El señor Carlssin va a estar en una celda en la isla de Rikers hasta que acceda a confesar cuales fueron sus fuentes de información. El pasado año de desastres bursátiles dejaron a la mayoría de los inversores desesperados.

Así que caundo Carlssin consguió que todas y cada una de las 126 operaciones de alto riesgo que realizó terminaran en un completo éxito de ganancias, atrajo sobre sí todas las miradas de los caza oportunidades de Wall Street. Si por ejemplo, los valores de una compañía subían debido a una unión o a una alianza de empresas tecnológicas que supuestamente debían ser acciones secretas, el Señor Carlssin lo sabía de antemano de alguna manera nos confirmó la fuente del SCM encargada de la investigación.

Una vez puesto bajo investigación, los encargados de desvelar el misterio del caso se encontraron con algo que no esperaban: Una más que increíble confesión de más de cuatro horas de duración Carlssin declaró haber viajado en el tiempo, y proceder del futuro, concretamente, de una era 200 años posterior a la nuestra.Afirma también que en su época, es sabido que nuestra era fue una de las peores en lo que a caidas bursátiles se refiere, así que cualquiera con unos pocos conocimientos podría hacer aquí una fortuna. Era demasiado tentador como para resistirse, alegó Carlssin en su confesión grabada en video.

Había planeado hacer que pareciera todo natural, ya sabe, perder un poco aquí y allí para que no pareciera demasiado perfecto. Pero parece que me han cogido con las manos en la masa.Con ánimos de negociar, Carlssin dice poder ofrecer y divulgar hechos históricos como el paradero de Osama Bin Laden, o una cura para el Sida. Todo lo que pide es poder volver a su tiempo en su Máquina del Tiempo. Sin embargo, rehúsa a revelar la localización de dicha máquina, o a explicar como funciona, supuestamente por miedo de que este tipo de tecnología avanzada pueda caer en las manos equivocadas.

Las autoridades son muy reticentes, y afirman que las declaraciones del Viajero del tiempo no son más que patrañas. Pero lo que si es cierto es que el SCM admite no poder encontrar ningún registro sobre ningún Andrew Carlssin antes de Diciembre del 2002. El Weekly World News continuará investigado esta historia hasta que se resuelva.

Isla de San Borondón



La isla de San Borondón es una leyenda popular de las islas Canarias, España sobre una isla que aparece y desaparece desde hace varios siglos, con origen en el periplo legendario de San Brandán de Clonfert («San Borondón»). Este mito tiene origen en los autores de la Grecia clásica, y se conoce en el resto de Europa como «isla de San Brandán» desde su plasmación por los cartógrafos medievales, pero en las Canarias la tradición ha sido adoptada con entusiasmo, y adaptada, hasta en el nombre, a la idiosincrasia propia. Debido a sus características y comportamientos extraños, como el aparecer y desaparecer o esconderse tras una espesa capa de niebla o nubes, ha sido llamada «la Inaccesible», «la Nom Trubada», «la Encubierta», «la Perdida», «la Encantada» y algún apelativo más.
El Tratado de Alcaçovas, suscrito entre España y Portugal en 1479 para repartirse territorialmente el Atlántico aún por navegar, especificaba claramente que San Borondón («aún por ganar») pertenecía al archipiélago canario, y, por tanto, a España. La bahía de Samborombón (Provincia de Buenos Aires, Argentina) fue nombrada de tal modo durante la expedición de Magallanes en marzo de 1520, en la creencia de que había sido formada por el desprendimiento de la isla de San Borondón del continente americano.

Posición y configuración

Mapa del norte de África de 1707 según Guillermo Delisle, ampliándolo se aprecia la isla algo al oeste de Canarias.
Leonardo Torriani, ingeniero encargado por Felipe II para fortificar las Islas Canarias a finales del siglo XVI, describe sus dimensiones y localización y aporta como prueba de su existencia las arribadas fortuitas de algunos marinos a lo largo de ese siglo.
Esta isla se localizaría al oeste del Archipiélago, a 550 km en dirección oeste-noroeste de El Hierro y a 220 km en dirección oeste-sudoeste de La Palma, aunque según otros «testigos» que dicen haberla visto, se sitúa directamente entre las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro.
San Borondón mediría 480 km de largo (de norte a sur) y 155 km de ancho (de este a oeste), formando hacia el medio una considerable degollada o concavidad y elevándose por los lados en dos montañas muy eminentes, siendo la mayor de las cuales la de la parte septentrional.

Cartografía en la que aparece representada

Abundan las representaciones cartográficas en las que, a través del discurrir de los siglos, aparece San Borondón. Sin ser exhaustivos, pueden citarse:

  • Planisferio de Hereford, de Richard de Haldinghan (finales del siglo XIII)
  • Planisferio alemán de Ebstorf , con la inscripción "Isla Perdida. San Brandán la descubrió pero nadie la ha encontrado desde entonces" (finales del siglo XIII)
  • Carta de Pinciano (1367)
  • Mapa anconitano de Weimar (1424)
  • Mapa genovés de Beccari (1435)
  • Mapamundi de Fra Mauro (1457)
  • Mapa de la Isla de San Borondón de Leonardo Torriani (1590)
  • Mapa francés anónimo (1704)
  • Mapa del noroeste de África de Guillermo Delisle (1707)
  • Perspectiva de Juan Smalley (1730)
  • Perspectiva de Próspero Cazorla (siglo XVIII)
  • Carta geográfica de Gautier (1755)


La búsqueda de San Borondón

Hay relatos desde siglos que narran la aparición de la isla, de la visión por muchos testigos y de su posterior desaparición, mientras que otras personas atribuyen la extraña aparición a alguna acumulación de nubes en el horizonte o a un fenómeno de espejismo

Expediciones navales
La leyenda de San Borondón llegó a adquirir tal fuerza en Canarias que durante los siglos XVI, XVII y XVIII se organizaron expediciones de exploración para descubrirla y conquistarla. Entre ellas pueden enumerarse:
  • Finales del siglo XV: Fernando de Viseu, sobrino del Infante Don Enrique el Navegante de Portugal.
  • 1526: Hernando de Troya y Francisco Álvarez, vecinos de Gran Canaria.
  • 1570:
    • 3 de abril: Hernán Pérez de Grado, regente de la Real Audiencia de Canarias; afirma a su regreso haber estado en sus costas y haber perdido allí a parte de sus tripulantes.
    • Pedro Vello, piloto portugués, relata como cerca de las Canarias tuvo que cambiar su rumbo para refugiarse del viento y se encontró con San Borondón. Desembarcó en la isla junto a otros dos tripulantes, que debió abandonar en ella porque el viento arreció y le obligó a retirarse con premura.
    • Fernando Villalobos, regidor de La Palma, con tres navíos.
    • Alonso de Espinosa, gobernador de El Hierro.
  • 1604: Gaspar Pérez de Acosta y Fray Lorenzo de Pinedo, franciscano y marinero; sólo hallan una acumulación de nubes y celajes en el horizonte.
  • 1721: Gaspar Domínguez, capitán de mar y vecino de Santa Cruz de Tenerife, con una balandra en lo que fue la última expedición oficial, por encargo de Juan Mur y Aguirre, Capitán General de Canarias.
Avistamientos recientes


En 1953, el diario ABC titulaba: «Ha sido vista otra vez la misteriosa “Isla Sirena”, al noroeste de la de Hierro», y en 1958,en el mismo diario: «La Isla errante de San Borondón ha sido fotografiada por primera vez».





El atropellado


En una carretera de pueblo en México, hace muchos años no pasaban tantos coches por ella e incluso la gente podía atravesarla caminando sin usar los puentes peatonales, por la misma razón las personas que acostumbraban a hacer ejercicio y salir a correr por las mañanas utilizaban esta carretera y corrían por la orilla, pero un muchacho que iba corriendo tranquilamente por la orilla de la carretera fue atropellado por un imprudente chófer y murió.

Algunas veces este muchacho vuelve a aparecer corriendo por la carretera como cualquier persona normal pero te das cuenta que es un fantasma ya que corre demasiado rápido y puede alcanzar y rebasar a los coches que circulan por la carretera.

No mires debajo de la cama

Cuenta la historia que era una chica muy aficionada a las sesiones de ouija. En su pueblo se cuenta que durante una sesión de espiritismo contactaron con un espíritu que le dijo que esa noche no mirara bajo la cama antes de acostarse.


La chica movida por la curiosidad hizo caso omiso de la advertencia del ente y miró, entonces dos puntos rojos salieron de debajo de la cama y comenzaron a perseguirla. Ella corría asustada por la habitación y finalmente se sentó sobre su cama sollozando... en ese momento cada uno de los puntos se pusieron en sus piernas y ella quedó inválida por siempre.

La descarnada

Muchos dicen que es leyenda, otros afirman que es cierto, pues la verdad, yo no me atrevería a averiguarlo. Pero según muchos esto es lo que pasó.
Se dice que a altas horas de la noche, en las carreteras oscuras y solitarias aparece una mujer muy bella pidiendo autostop, a las personas que conducen.

En cierta ocasión un conductor de un autobús, conducía a altas horas de la noche, y dicen que a la orilla de la carretera se le apareció una hermosa joven, pidiendo autostop, al conductor se le hizo muy extraño encontrarse con alguien en esa carretera a altas horas de la noche y en especial con una mujer, pero la curiosidad y la morbosidad pudieron más que la cautela, y permitió que abordara el autobús, el hombre comenzó a insinuarle cosas a la joven, sin tener la mínima idea de quién o qué era lo que tenía junto a él. A pesar de que la mujer se comportaba de forma extraña ya que no pronunció palabra desde su ingreso al autobús.

El conductor estacionó el autobús, y comenzó a acercarse más y más a ella, pero esta vez la joven ocultaba su rostro y daba la espalda. El hombre insistía en verla, pero ella se negaba y al fin habló y sus palabras fueron las siguientes: NO TE VA A GUSTAR LO QUE VAS A VER. Y de repente se dio vuelta y AHHHHHH!!!!!!!! Su cara se había desfigurado, la carne se le estaba cayendo a tal punto que solo le quedó el esqueleto.

Se dice que encontraron al hombre inconsciente el día siguiente tirado fuera del autobús, pasó 2 semanas en coma, dicen que él contó esto a un amigo suyo antes de volverse loco, ya que después que salió del hospital quedó desquiciado.

Y así son muchas las historias sobre la descarnada, pero ésta es la más verídica pues yo conozco al protagonista de esta historia.

La mujer del marinero


A mediados del siglo xvi vivía en la calle mesones de Talavera de la Reina, España una hermosa mujer llamada Isabel. Su marido era un intrépido marinero que había llegado a navegar por los siete mares. Isabel, era una mujer amante de su casa y de su marido, aunque tenían un problema, que disgustaba grandemente a ambos: isabel no se quedaba nunca embarazada. una primavera, las naves españolas iban a partir desde el puerto de Cadiz en una travesía que les iba a llevar durante varios meses a recorrer las costas de America Central. Durante este periplo, Isabel, quien era una mujer muy hermosa, cuidaba de la casa y de unas tierras que tenía en la localidad de Belvis de la Jara. Isabel ademas de bella, era una mujer muy limpia para su tiempo. no hay que olvidar que bañarse diariamente era considerado por los españoles de aquella época como un signo de judíos. de todas maneras Isabel llenaba una tinaja con agua del pozo del patio y luego se sumergía en ella durante horas. esto le relajaba mucho y le hacía olvidar la pena de tener a su esposo en tierras tan lejanas.
Isabel cometió el error una tarde de verano, de dejar la ventana, de su cuarto abierta para que entrara la fresca brisa del tajo, olvidando que desde la ventana vecina alguien podría verla. Efectivamente, una anciana inmiscusora, cada tarde la veía bañarse en su tinaja. esto le valió a Isabel una denuncia ante el tribunal de la santa inquisición. aunque como nada pudo ser probado, isabel fue dejada en libertad.

Dos años mas tarde cuando su marido regresó de la isla de la española, le trajo a Isabel muchos regalos: la resina seca de un arbol que se masticaba sin tragar, varios avalorios de cuero y conchas comprado a los indígenas y una especie de hojas grandes, enrolladadas, cuya punta, los indios quemaban y por el otro extremo chupaban el humo con gran placer. sin saberlo Isabel estaba probando uno de los primeros puros que llegaron a España. cuando su marido en primavera volvio a enrolarse en otro navio conquistador. Isabel, volvio a cometer el error de dejar la ventana abierta. esta vez, la anciana cotilla, avisó al cura de la parroquia cercana de santiago y ambos espias ante su estupor, no solo vieron a isabel bañarse en su tinaja, sino que esta soltaba bocanadas de humo por la boca mientras chupaba un extraño instrumento semejante a un falo.

Esta vez la denuncia tuvo una sentencia inculpatoria. Isabel fue condenada a muerte y quemada en la plaza de la Cruz Verde por bruja. Cuando su marido regresó a Talavera y entró en su casa, encontró la tinaja aún repleta de agua y sobre la superficie habían nacido nenúfares. El hombre quien tantas veces se había salvado de estragos en la mar, del acoso de los piratas ingleses y las racias de los indigenas corrió hacia el río y gritando el nobre de Isabel se tiró y nunca se supo más de él.

Aún hoy, dicen... si se cruza el puente romano justo a la hora en la que Isabel fue quemada (las dos de la madrugada) y uno se asoma al río, puede ver el rostro de la mujer y escuchar sus espeluznantes gritos cuando las llamas comenzaron a consumirla.

Un fantasma que atemoriza a todo un pueblo


La aparición de una imagen vestida de blanco provoca conmoción en la localidad de Frontera, Santa Fé, Argentina donde los chicos no quieren ir a clases, porque la vieron en el colegio cuando irrumpió en un aula. Los recolectores de residuos se niegan a trabajar de noche. Desconocen si es maligna.

La aparición de una imagen de una mujer vestida de blanco, parecida a una novia, conmociona a los pobladores la ciudad santafecina de Frontera.

Los vecinos que aseguran que la figura se presenta unos segundos y luego desaparece sin dejar ningún rastro.

El padre Víctor Balangero, de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, encabezó una procesión por las donde alrededor de 50 personas recorrieron las calles rezando.

La presencia de esta mujer de blanco, comenzó a generar psicosis, entre la gente porque durante la marcha se vio a mujeres con agua bendita que arrojaban sobre las viviendas para alejar todo espíritu del más allá.

Balangero señaló al diario La Voz del Interior que accedió a acompañar a las personas porque le llamó la atención la angustia y desesperación que tienen algunos fieles por esta misteriosa aparición.

El religioso señaló que "la mayoría de los testimonios coinciden en la fisonomía, vestimenta y manera de actuar" y remarcó que "en ningún momento nadie manifestó que la imagen intentó acercarse ellos o hacerles daño".

Una joven señaló que estaba abrazada a su novio cuando vio la imagen de una mujer vestida toda de blanco. "No emitió ningún sonido, se movía hacia adelante y atrás, hasta que finalmente desapareció hacia la pared", dijo la joven.

Además, se dice que la misteriosa señora se mostró en el aula de una escuela y aunque los docentes se encargaron de desmentir la aparición, "hay muchos chicos que no quieren ir a clases por miedo al espíritu".

También los recolectores de residuos se niegan a realizar el recorrido por la zona donde vieron la imagen y pidieron hacer el trabajo con la luz del día.

El enigma de los "hombres eléctricos"


Imagine una noche cualquiera. Vuelve a casa después de trabajar, cansado, sin prestar demasiada atención a lo que ocurre a su alrededor. De repente, algo le distrae de sus pensamientos. Acaba de pasar cerca de una farola y ésta se ha apagado. Avanza unos pasos más, gira la cabeza y comprueba que de nuevo se ha encendido. Olvida el asunto y sigue su camino.

Esta situación no deja de ser una simple anécdota que probablemente le haya pasado a la mayoría de la gente alguna vez. En principio nada tiene de extraño. Pero, ¿qué ocurre cuando un hecho como éste se produce más veces de las que podrían considerarse casuales? ¿O cuando son todas las farolas de una calle las que se apagan de manera inexplicable? Los casos de este tipo que carecen de una explicación racional se engloban dentro de lo que se ha bautizado como Efecto SLI (Street Light Interference), un fenómeno conocido en España como «interferencia en el alumbrado público» o, coloquialmente, apagafarolas.

La siguiente historia ejemplifica a la perfección lo que tratamos de explicar. Su protagonista, que prefiere mantenerse en el anonimato, regresaba a casa una noche. Al doblar una esquina, de repente, todas las farolas de la calle se apagaron. Estupefacto, dio media vuelta para no seguir a oscuras y tomó otra calle. De nuevo le ocurrió lo mismo. Resignado, continuó por la misma vía.

Pero lo más sorprendente es que, cuando se alejó, las farolas volvieron a encenderse.

El Efecto SLI, por tanto, consiste en la facultad, normalmente involuntaria, de ciertas personas para interferir en el funcionamiento normal del alumbrado público. Esto puede traducirse en que las luces se apaguen, se enciendan o varíen de intensidad cuando la persona causante del fenómeno se acerca a ellas. Lo anterior puede suceder con una sola farola o, como hemos visto, con varias a la vez. Sin embargo, menos habitual es que toda una hilera de luces vayan apagándose de forma progresiva al paso de alguien, para encenderse a medida que el individuo se va alejando.

Una persona nos narró un caso de este tipo: «En cuanto me aproximaba a las farolas, se apagaban. En ningún momento pensé que este hecho podía estar relacionado conmigo. Pero comprobé que a medida que las iba dejando atrás, y ante mi estupor, se encendían de nuevo una a una».

Desde luego, se han ofrecido teorías convencionales –como el mal funcionamiento de los diversos componentes de las farolas–, pero algunos casos no pueden explicarse de esta manera, pues sobrepasan la simple casualidad que tales argumentos implican. La siguiente historia, que escuchamos por boca de su protagonista, así lo atestigua: «Caminábamos varias personas y cuando pasamos junto a una farola, se apagó. En broma, comentamos si es que estábamos gafados o algo similar. No le dimos mayor importancia, pero recorridos unos metros, ésta se encendió. Cuando pasamos junto a otra, ocurrió lo mismo. Y también en la siguiente. Continuamos bromeando sobre el tema, así que para comprobar si era casualidad o no, cruzamos la calle para acercarnos a la farola de enfrente. Como os podéis imaginar, también volvió a apagarse. Incrédulos, cruzamos otra vez la calle hacia la acera en la que estábamos al principio, y se apagó la farola que teníamos delante. Siempre, cuando nos alejábamos unos metros de ellas, se volvían a encender».

Las teorías convencionales, además de que no pueden explicar casos como el anterior, dejan de lado aspectos curiosos del fenómeno. Y es que algunos de los sliders –término inglés con que se conoce a los apagafarolas– no interfieren sólo en el alumbrado público, sino también en otros aparatos eléctricos, como cajas registradoras, televisores, ordenadores o radios. Y, en ocasiones, también en aparatos no eléctricos, sobe todo brújulas.

Después de varias apariciones nuestras en diferentes medios de comunicación para hablar sobre el tema, algunas personas se pusieron en contacto con nosotros. Ante el extraordinario número de casos que acumulábamos, decidimos llevar a cabo una investigación más sistemática. Para ello creamos un cuestionario de sucesos SLI, lo cual nos ha servido para llegar a algunas conclusiones estadísticas provisionales.

Primeras conclusiones
Los primeros resultados muestran que hombres y mujeres protagonizan en un porcentaje similar casos de Efecto SLI, con lo que no se puede establecer ninguna distinción en función del sexo. Además, estos sucesos se producen tanto si la persona camina, como si viaja en coche, en moto o en otro medio de transporte. De todos modos, el número de efectos SLI producidos cuando el protagonista va a pie es mucho mayor. Este hecho no debe causarnos sorpresa, pues es más sencillo percatarse del fenómeno mientras se camina.

Continuando con los resultados estadísticos, uno de los datos que más llama la atención es el hecho de que casi un veinte por ciento de los sliders aseguren en el cuestionario que, además de afectar a las farolas, también inciden sobre relojes. Así, Yolanda M. nos contaba: «El reloj se me para varias veces, y no sólo a mi, sino también a otras personas que están conmigo, en especial a mi compañero. Lo curioso es que esto siempre sucede por la noche».

Las descargas eléctricas también están relacionadas muy directamente con el fenómeno de los apagafarolas. El porcentaje de personas que aseguran recibir más descargas de las que podrían considerarse normales es de un diecinueve por ciento, aunque sabemos que la cifra es mayor, pues en el cuestionario de recogida de casos no se hizo mención explícita a este aspecto desde el principio.

Estos sliders suelen recibir shocks con máquinas de tabaco, interruptores, carros de la compra, el agua del grifo, con otras personas... Pues bien, según fuentes del Laboratorio de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Cataluña, «la humedad del aire funciona como un conductor que favorece la fuga de tensiones; si el ambiente es seco, el cuerpo no libera su energía y se recarga». Es decir, que los mencionados «calambres» son más comunes cuando el ambiente es húmedo. Esto es muy importante, ya que aproximadamente un veinticinco por ciento de los sliders reflejan en los cuestionarios que es en un ambiente fresco y húmedo cuando tiene lugar el fenómeno. A esta misma conclusión también llegó el investigador Hilary Evans, de la Asociación para el Estudio Científico de los Fenómenos Anómalos (ASSAP), después de su estudio pionero sobre el Efecto SLI. Además, según los expertos en descargas eléctricas, cuando el cuerpo se recarga de energía, ésta puede ser liberada en forma de calambres, con erizamiento del cabello, sensación de cansancio y dolor de cabeza. Curiosamente, algunas personas relacionan el dolor de cabeza con la experiencia SLI.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿podría estar la clave del Efecto SLI en la electricidad estática del cuerpo? Por el momento no podemos ofrecer una respuesta concluyente, pero es obvio que, al menos, puede existir algún tipo de relación. Por ello, recientemente hemos incorporado en el cuestionario una pregunta sobre la ropa que viste el slider cuando produce la interferencia en las farolas, ya que los zapatos con suelas sintéticas y los trajes con telas acrílicas, por ejemplo, incrementan la electricidad estática. Tal es el caso de una secretaria colombiana que provocó un incendio en un almacén de disolventes al producir una chispa sólo por tocar una estantería metálica. Según se supo, iba vestida con una blusa de nilon y zapatos de tacón.

El efecto de la Luna
Otra pregunta que recientemente han planteado algunos investigadores es si alguna fase de la Luna potencia el Efecto SLI. En este sentido, investigaciones científicas vienen a corroborar que la conductividad eléctrica del aire es mayor en Luna llena y menor después del último cuarto hasta el novilunio, momento en el que alcanza sus valores más bajos. De todos modos, desconocemos cuáles son los mecanismos que activan el Efecto SLI, por lo que no podemos saber si las distintas fases de la Luna pueden variar su frecuencia o intensidad. Sin embargo, en su momento nos topamos con un caso que puede resultar ilustrativo al respecto. Jordi Griset, delineante y modelo catalán, estuvo protagonizando experiencias SLI casi cada Luna llena, durante al menos seis años. El fenómeno le sucedía mientras circulaba por la autopista y con farolas de diferente tipo. A veces sólo se apagaba una, y en otras ocasiones toda una hilera del alumbrado de la autopista. En los años 70, antes de protagonizar tan extraños episodios, provocó varias interferencias en distintos aparatos, aunque no recuerda si tuvieron lugar en Luna llena.

En una ocasión, asistía a un concierto en el Palau de la Música de Barcelona, cuando se le ocurrió pensar qué pasaría si se apagasen las luces… ¡Y éstas se apagaron durante diez minutos! A pesar de la coincidencia, Jordi no le dio importancia a lo ocurrido. Sin embargo, un mes más tarde, mientras comentaba el suceso en un restaurante, el local también quedó a oscuras. Para colmo, al mes siguiente, también en un restaurante, sucedió lo mismo mientras hablaba del anterior apagón.

Pero las experiencias de Jordi van más allá de las interferencias en aparatos de iluminación. Otra vez provocó que todos los ordenadores de una oficina dejasen de funcionar. «Entré a la compañía del agua a realizar una reclamación –asegura–, porque me estaban cobrando unas cantidades de más. En cuanto entré se les bloquearon los ordenadores y no pudieron resolverme nada. Entonces salí a tomar un café. Al regresar, funcionaban de nuevo». Una situación similar le sucedió cuando, en su faceta de modelo, acudió a un casting. Él mismo nos lo cuenta: «Al entrar en el plató, dejaron de funcionar los focos y la grabadora de video, así que, al igual que la vez anterior, dejé el lugar. Cuando volví, todo se había solucionado». Situaciones como las anteriores se han convertido en parte de la vida de Jordi. En otra ocasión, durante la inauguración del piso de un amigo, sucedió lo siguiente: «Justo en el momento que entré en la casa se estropeó el conmutador de la luz del pasillo. Le comenté a mi amigo: ‘No te preocupes, soy yo. En cuanto me vaya, funcionará’. Él no se lo creyó, pero al día siguiente me confirmó que, efectivamente, después de marcharme, el conmutador se arregló». A día de hoy, Jordi sigue protagonizando episodios de SLI, aunque menos frecuentes y espectaculares que los de hace años.

La conexión OVNI
Charlie Lorance, un lector de la revista Fortean Times, escribe: «Siempre que conduzco por la noche y estoy emocionalmente alterado, una farola se apaga como si hubiese sido golpeada por una piedra. Me ha ocurrido en distintas ocasiones y hasta dos veces seguidas mientras conduzco por un mismo sitio. Además, sólo me sucede cuando estoy alterado». Charlie relaciona esta extraña «capacidad» con una experiencia que vivió años antes. Así lo cuenta: «Nos situamos en el verano de 1968 o de 1969. Iba en bicicleta a visitar a una amiga que vivía cerca de mi casa. Era la hora de la puesta de Sol y vimos algo hacia el oeste. Se trataba de un objeto que proyectaba un haz de luz . Sabíamos que aquello era un OVNI, así que me apresuré a coger la bicicleta y huir hacia casa. Entonces me giré para ver dónde estaba la luz y comprobé que se dirigía hacia mí. Pedaleé tan rápido como me dieron las piernas y aquella cosa pasó directamente por encima de mí, iluminando toda la calle. No les conté nada a mis padres, y no sé cómo pude controlar el miedo.

Veinte años después descubrí mi inusual talento con las farolas».

En relación con el vínculo entre los OVNIs y el Efecto SLI que plantea este lector de la popular revista británica, cabe decir que es conocida la facultad de los no identificados para apagar los motores y las luces de los vehículos, o alterar los aparatos eléctricos de los aviones. A este hecho se le conoce en ufología como efecto electromagnético (EM), aunque bien podríamos hablar de Efecto SLI. Menos frecuente es que al paso de un OVNI se altere el alumbrado público, aunque hay reportados varios casos de este tipo. Por ejemplo, el 16 de enero de 1969 Carlos Alberto Oviedo conducía de madrugada su motocicleta por el centro de Chacabuco (Argentina), cuando observó cómo un objeto discoidal de unos 100 metros de diámetro se desplazaba en completo silencio. Cuando el OVNI sobrevoló la calle por donde circulaba el joven, su moto se apagó, al tiempo que hicieron lo propio todas las farolas más próximas. Tan pronto como el no identificado desapareció, volvió a funcionar el motor de su motocicleta y las luces de la calle se encendieron de nuevo.

Incluso es posible que exista una relación más directa entre el Efecto SLI y el fenómeno OVNI.

Nos referimos al hecho que varios abducidos, tras su traumática experiencia, hayan comenzado a provocar interferencias en diversos aparatos con su sola presencia. Tal es el caso de Harald Andersson. La noche del 23 al 24 de marzo de 1974 se encontraba tomando el fresco, momento en el que una voz en su interior le ordenó que se dirigiera hacia un lugar concreto. En ello estaba, cuando una fuerte luz le nubló la vista y lo tiró al suelo. Lo siguiente que recuerda es que se encontraba frente a la puerta de su casa, con la mejilla quemada. Bajo hipnosis relató un episodio típico de abducción. Posteriormente, Harald tendría premoniciones e interferiría en aparatos eléctricos sólo con acercarse a ellos.

Nos enfrentamos, pues, a un fenómeno que abre múltiples vías de investigación. Las personas que se definen como sliders aluden a su capacidad de afectar a las farolas, pero también a relojes, radios, ordenadores o brújulas, entre otros aparatos. En la mayor parte de las ocasiones dicen encontrarse en un estado de ánimo alterado cuando tienen lugar las experiencias e, incluso, las relacionan con la aparición de dolor de cabeza. El problema, al igual que en otros fenómenos paranormales, es que raramente pueden producir el fenómeno a voluntad, lo que dificulta enormemente su estudio científico en un laboratorio. En definitiva, podemos concluir que la imposibilidad de llevar a cabo una investigación en un medio controlado es la gran barrera que impide comprender mejor este desconcertante fenómeno.

La leyenda del Barranco de Badajoz

Este Barranco de Badajoz esta situado en Güímar, en Tenerife. Se encuentra dentro del Paisaje Natural Protegido de Las Siete Lomas, presentando formaciones de monte verde, pinar y frutales. En su recorrido se encuentra la Cueva del Cañizo, cueva aborigen, que era residencia de verano de los Menceyes de Güimar. ¿Lo conocéis? Pues es un lugar famoso por los fenómenos extraños que ocurren en él, desde apariciones de misteriosos seres, psicofonías, puertas adimensionales, hasta avistamientos de OVNIS.

Origen del nombre del barranco de Badajoz

La isla de Tenerife fue la última de las Islas Canarias en ser conquistada y finalmente incorporada a la corona de Castilla en 1496. Fue a Alonso Fernández de Lugo a quien los Reyes Católicos se lo encomendaron.

En el año 1497 se le concede una data en el Barranco de Chamoco a Juan de Badajoz quien había sido colaborador del Sr. Fernández de Lugo. A partir de este momento es cuando el Barranco de Chamoco pasa a llamarse Barranco de Badajoz.

Hoy en día si nos acercamos a este lugar nos encontraremos con un inmenso paraje de vegetación y unas viejas minas abandonadas con su maquinaria aún montada.

Una de las leyendas más conocidas, es la referente a los seres blancos, que son enigmáticas figuras de apariencia y forma humana que desprenden un intenso color blanco y han sido vistas cerca de este lugar.

Un ejemplo de esto es la historia contada por dos mineros que estaban trabajando en una de las galerías de agua del barranco más próximo a Izaña, en 1912. La pared de la galería en la que estaban trabajando se les derrumbó, y vieron a tres seres completamente blancos que comenzaron a acercarse a ellos. A partir de aquí, la leyenda se divide en dos versiones diferentes: Por un lado se dice que los dos trabajadores corrieron despavoridos hacia el cuartel de la Guardia Civil más cercano. Otros cuentan que los mineros llegaron a comunicarse con los tres seres, los cuales, llegaron incluso a indicarles el lugar correcto en el que debían excavar para encontrar agua.

La verdad es que no sé sabe que ocurrió exactamente, tan sólo se puede decir que no existen documentos en el cuartel de la Guardia Civil del municipio de Güimar que hagan referencia a hechos de esta índole en esas fechas.

Otra de las historias que se cuenta del lugar el la referente a la niña de las peras.

Cuentan que a principios de 1900, unos padres enviaron a su hija al barranco en busca de fruta pero ésta desapareció. La zona fue rastreada por vecinos y amigos. Pero no encontraron nada, ni a nadie.
La sorpresa vino años más tarde, exactamente tres décadas más tarde, cuando la niña regresó a su casa con el mismo aspecto que tenía al marcharse aquel fatídico día. La niña contó que había llegado al barranco buscando la fruta y se había quedado dormida al pie de un peral. Allí fue despertada por un ser muy alto vestido de blanco, al cual siguió.

La niña le acompañó hasta el interior de una cueva en la que había unas escaleras por las que descendieron hasta llegar a una especie de jardín en el que habían más seres como él.

Finalmente el ser la acompañó de nuevo a la entrada de la cueva y se despidió de ella, que recogió las peras y fue camino a su casa. Ella pensaba que sólo habían pasado unas horas, sin embargo habían pasado unos 30 años.

Lo curioso es descubrir que no existan oficialmente registros de la denuncia sobre la pérdida de la niña por parte de sus padres. ¿Qué pasó realmente?

Actualmente se dice que la gente que ha pasado noches en el barranco o ha entrado en la gruta del barranco, ha escuchado la voz de la niña en forma de murmullos.

Otra de las historias del lugar es de la noche del 1 de julio de 1991. Un grupo de personas estaban curioseando por el barranco, junto al fotógrafo, Teyo Bermejo. Se cuenta que ascendiendo por él, llegando a un punto donde escucharon una especie de aleteo bastante cerca. Casi en un acto reflejo, uno de ellos que tenía la cámara en la mano, empezó a disparar la cámara. No vieron nada, así que no dieron mayor importancia al suceso, hasta que revelaron la foto y vieron, de forma bastante borrosa a una especie de persona alada, una especie de ser con alas desplegadas.

También se dice que a mediados de los 90 hubo una avalancha de avistamientos de OVNIS en el Barranco de Badajoz. Se cuenta que desde la parte interior del barranco y mirando hacia el mar, podía verse una isla que parecía de cristal y que no encajaba con ninguna de las otras islas Canarias.

De esta isla despegaba verticalmente una luz en forma de nave y cuando la luz había alcanzado cierta altura se precipitaba a gran velocidad hacia el barranco y acababa estrellándose contra una de las paredes de este, desintegrándose y desapareciendo.

Podemos decir que grandes expertos de las Ciencias de lo Oculto, coincidan en que el lugar reúne las características de lo que podría ser una puerta a otra dimensión, o incluso una puerta multidimensional.




El Holandes Errante

Las leyendas de barcos fantasmas siempre han estado presentes entre los mitos de los marineros.

Adentrarse en el océano, o en peligrosos mares siempre ha causado temor al hombre. Los motivos son evidentes, el desconocimiento de un medio hostil y en muchas ocasiones con final indefinido, que la vida dependa de factores incontrolables, así como la conocida existencia de animales marinos que superaban en tamaño a todo lo conocido en tierra firme, provocaba que hasta el más audaz temiese por su vida cuando llevaba semanas o incluso meses a bordo de un barco sin más vista que el horizonte.

Junto a los mitos sobre monstruos marinos o tormentas que destruían embarcaciones apareciendo de la nada, había un terror que parecía influir con mayor fuerza en la valentía de los marinos: los barcos fantasma. Buques sin otra tripulación que los fantasmas de los marineros que perecieron en el barco mientras navegaban, almas en pena destinadas a surcar los mares eternamente por haber osado enfrentarse con la fuerza de las aguas y subestimar su poder.

La historia del Holandés Errante es una de las más famosas y quizá de las más antiguas leyendas del mar, ya que circula desde hace, por lo menos, 500 años. Su origen es incierto y guarda gran similitud con otros mitos que únicamente contienen algunas variantes lo que hace pensar que pueda ser incluso anterior a Cristo. Incluso antes de que inspirase a Wagner su ópera «Der Fliegende Holländer», la leyenda del Holandés Errante era conocida por innumerables generaciones de marinos de todo el mundo.

La versión más conocida de la historia del Holandés Errante habla de un tal capitán Van der Decken, cuya nave fue atrapada en una terrible tormenta cuando doblaba el cabo de Buena Esperanza. Los pasajeros, aterrorizados, rogaron a Van der Decken que se refugiara en un puerto seguro o que, por lo menos, arriara velas a intentara capear el temporal, pero el enloquecido capitán se rió de sus súplicas y, atándose al timón, comenzó a cantar canciones sacrílegas. La tripulación también se alarmó por la conducta de su capitán e intentó hacerse con el control de la nave, pero el intento de motín fue sofocado cuando Van der Decken arrojó a su líder por la borda, mientras los aterrorizados pasajeros y la tripulación se encomendaban a Dios.

En respuesta a sus plegarias las nubes se abrieron y una luz incandescente iluminó el castillo de proa, revelando una figura gloriosa que según algunos, era el Espíritu Santo, mientras otros dijeron que era Dios. La figura se enfrentó con Van der Decken y le dijo que, ya que disfrutaba con los sufrimientos ajenos, de ahora en adelante sería condenado a recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad, y provocaría la muerte de todos aquellos que le vieran. Su único alimento sería hierro al rojo vivo, su única bebida la hiel, y su única compañía el grumete, a quien le crecerían cuernos en la cabeza y tendría las fauces de un tigre y la piel de una lija (lo cual parece muy injusto para el pobre grumete quien, hasta aquí, no había tenido ningún papel independiente en la historia y, presumiblemente, sentía tanto temor ante Van der Decken como el resto de la tripulación). Sin embargo, con estas palabras la visión desapareció, y con ella todos los pasajeros y tripulantes. Van der Decken y el grumete quedaron abandonados a su destino.

Ésta es la versión clásica de la historia del Holandés Errante. Puede ser que se base en hechos, pero no hay acuerdo acerca de cuáles pudieron ser esos hechos. Una versión afirma que la historia deriva de la saga escandinava de Stote, un vikingo que robó un anillo a los dioses y cuyo esqueleto, cubierto con un manto de fuego, fue hallado después sentado en el palo mayor de una nave negra y fantasmal.

Otros creen que la historia es más reciente y sugieren que se originó en las aventuras de Bartolomeu Dias (c. 1450-1500), navegante portugués que descubrió el cabo de Buena Esperanza en 1488 y cuyas proezas marítimas llegaron a parecer sobrehumanas, según la biografía que escribió sobre él Luis de Camoes.

En adelante se ha convertido en el nombre dado frecuentemente a un buque creado por la fantasía y el temor supersticioso de sucesivas generaciones de hombres de mar. El Holandés Errante es en realidad el nombre de un buque creado por la fantasía de varias generaciones de marineros. Alerta sobre el quebrantamiento de la festividad del Viernes Santo, día en que el Señor permaneció enterrado en el santo sepulcro. La leyenda circula desde la época de los primeros viajes de descubrimientos. Los marinos a menudo ven visiones y escuchan sonidos que no parecen de este mundo. Gran parte de estas extrañas apariciones pueden ser actualmente atribuidas a fenómenos físicos perfectamente demostrables.

Como buena leyenda, la historia ha sufrido tantas variaciones y modificaciones como marineros de distintas nacionalidades han sido protagonistas de situaciones similares o simplemente por la habitual deformación que estas historias sufren al pasar de boca en boca a lo largo de los años. Tanto es así que el oficialmente llamado capitán Van der Decken, fue originalmente Van Straaten, posteriormente Van der Dechen o Van der Decken, y el más extendido: Bernard Fokke.

Avistamientos y distintas versiones de la misma leyenda
l 3 de agosto de 1942, el buque británico H.M.S. Jubileé se dirigía a su base en Simonstown, cerca de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) cuando sobre las 21:00h avistaron un antiguo buque de vela que parecía abandonado. El segundo oficial al mando ordenó al tercer oficial Nicholas Monsarrat realizar señales luminosas al buque, a fin de comprobar si alguien respondía. Pero nadie respondió.

A pesar de que el mar estaba en calma y de que no soplaba ningún tipo de brisa, el extraño buque de vela navegaba a todo trapo y además se dirigía hacia su posición. De hecho, se ordenó un cambio súbito de rumbo, puesto que la colisión entre ambos habría sido inevitable. Tras este breve encuentro, el buque desapareció.

El incidente fue recogido en el cuaderno de bitácora del Jubileé y el gobierno británico clasificó como secreto su contenido.

También en el bando germano se presenció lo que podrían haber sido encuentros con buques fantasma. Según el Almirante Karl Doenitz, algunas de las tripulaciones de sus U Boot habían avistado al famoso Holandés Errante precisamente muy cerca de Ciudad del Cabo. Ni que decir tiene que las infortunadas tripulaciones pensaban que tal avistamiento les proporcionaría mala suerte.

Sin embargo, el más famoso avistamiento del conocido buque fantasma se lo debemos al rey Jorge V de Gran Bretaña, quien en julio de 1881, mientras se encontraba a bordo del H.M.S. Bacchante pudo ver son sus propios ojos lo que anotó de su puño y letra en su propio diario:
”El día 11 de julio, a eso de las cuatro de la mañana, el Holandés Errante pasó por delante de nuestras narices. No tengo la menor duda de ello, puesto que el oficial de guardia en el puente de mando también fue consciente de que acabábamos de ver un buque fanstasma… […]

[...] Una extraña luz roja que se encontraba en lo alto del mástil, iluminándolo por completo, y el buque estaba tenuemente iluminado por candiles y linternas”.

Lo fascinante del asunto es que desde otros buques del escuadrón, como el H.M.S. Cleopatra y el H.M.S. Tourmaline, no menos de 30 tripulantes pudieron contemplar con estupor el fenómeno. Y algunos se preguntarán, ¿y cómo es posible que se haya tenido acceso al diario personal del rey Jorge?. Pues la respuesta es que con la ayuda del reverendo Neale Dalton, quien le instó a dar a conocer la historia que había vivido a través de una publicación titulada “El crucero del H.M.S Bacchante”, si bien antes de ponerse en circulación, las autoridades navales le echaron “un vistazo” para asegurarse de que no contenía errores.

Por supuesto existen otras historias de avistamientos, como por ejemplo una que nos narra el momento en que el conocido buque fantasma se adentró en Table Bay (Sudáfrica) y fue disparado [sic!] por el alguacil del pueblo, si bien no existe constancia escrita de ello. Otra historia nos narra el encuentro que mantuvieron en privado, en 1835, un tal R. Montgomery Martin y el mismísimo Van der Decken, para colmo a bordo mismo del buque fantasma….

Como ya se ha comentado, la historia habla de un duro e intrépido marino, que debido a su soberbia y desafío constante a las fuerzas de la Naturaleza, se ve obligado a pactar con el Diablo o simplemente es considerado un desafío inaceptable del poder religioso imperante, por lo que es condenado a vagar eternamente sobre la superficie del mar. Las leyendas sobre condenados a la vida eterna en el mar tienen su contrapartida en tierra en las leyendas del Judío Errante, Cartaphilus, Al Samiri (el hombre que hizo el becerro de oro), o la de Ashaver (el zapatero de Jerusalén).

La liturgia de Ashaver alimentó el mito en los países bañados por el Mar del Norte, donde surge la leyenda del castillo de Falkenberg, cercano a Alemania. En el viejo castillo de la provincia de Limburg, un espectro ronda por las noches y se oye una voz que grita entre las ruinas ¡Asesino, asesino! dirigiéndose al Norte, al Sur, al Este y al Oeste; y antes de que se escuchen los gritos, aparecen dos pequeñas llamas que le acompañan se gire hacia donde se gire. Hace seiscientos años que grita y durante todo ese tiempo las llamas le han acompañado.

El despechado de amor, Reginald, asesinó a su hermano y a su esposa y huyó al norte acompañado de una forma blanca a su derecha y una forma negra a su izquierda. Caminó hasta el límite de la tierra, y un barquero que luego desapareció, le condujo a bordo de un gran barco con las velas desplegadas. Seiscientos años lleva navegando esa nave sin timón ni timonel y durante todo ese tiempo han estado los dos espectros jugándose a los dados el alma de Reginald.

La versión alemana
Según una leyenda, El Holandés Errante se llamaba Bernard Fokke y era un marino que vivió en el siglo XVII, osado e inteligente, que fue capaz de vijar de Batavia a Holanda en noventa días. Se suponía que podía viajar tan rápido gracias a la ayuda del diablo y a los poderes mágicos del propio Fokke. Esta creencia se vio reforzada por el hecho de que Fokke era un hombre de constitución muy fuerte, muy feo y de carácter violento. Cierto día no regresó de uno de sus viajes y la gente dio en decir que el diablo había reclamado lo suyo. Se dijo que Fokke había sido condenado, por sus muchos pecados, a vagar eternamente en su barco desde el cabo de Buena Esperanza hasta el extremo sur de América. Todos los marinos del océano Indico aseguraban haberlo visto a él y a su tripulación, que consistía en tres ancianos de largas barbas. Tan pronto como alguien trataba de hablar con ellos, el barco desaparecía.


La versión francesa (s.XVIII)
El Voltigeur u Holandés Errante (La Volant Hollandais) envía borrascas, hunde barcos y hace perder el rumbo. Hay marinos que dicen que se atreve a visitar barcos que pasan cerca y que envía cartas que hacen volverse loco al capitán que las lea. Tiene el poder de elevar barcos y arrojarlos desde lo alto, así como de cambiar de aspecto a voluntad. Su tripulación está tan maldita como su capitán porque está formada por pecadores en grado extremo.

La leyenda de La Atlántida

Atlántida (en griego antiguo Ατλαντίς νῆσος, Atlantís nēsos, ‘isla de Atlantis’) es el nombre de una isla legendaria desaparecida en el mar, mencionada y descrita por primera vez en los diálogos Timeo y el Critias, textos del filósofo griego Platón.

La precisa descripción de los textos de Platón y el hecho que en ellos se afirme reiteradamente que se trata de una historia verdadera, ha llevado a que, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX, durante el Romanticismo, se propongan numerosas teorías sobre su ubicación.

En la actualidad se piensa que el relato de la Atlántida, según la interpretación literal de las traducciones ortodoxas de los textos de Platón, presenta anacronismos y datos imposibles, sin embargo se ha apuntado que la leyenda pueda haber sido inspirada en un lejano fondo de realidad histórica, vinculado a alguna catástrofe natural pretérita como pudiera ser un diluvio, una gran inundación o un terremoto.

La Atlántida ha servido de inspiración para numerosas obras literarias y cinematográficas, especialmente historias de fantasía y ciencia-ficción.


El relato de Platón

El Timeo y el Critias
Las primeras referencias a la Atlántida aparecen en el Timeo y el Critias, textos en diálogos del filósofo griego Platón. En ellos, Critias, discípulo de Sócrates, cuenta una historia que de niño escuchó de su abuelo y que este, a su vez, supo de Solón, el venerado legislador ateniense, a quien se la habían contado sacerdotes egipcios en Sais, ciudad del delta del Nilo. La historia, que Critias narra como verdadera, se remonta en el tiempo a nueve mil años antes de la época de Solón, para narrar cómo los atenienses detuvieron el avance del imperio de los atlantes, belicosos habitantes de una gran isla llamada Atlántida, situada frente a las Columnas de Heracles y que, al poco tiempo de la victoria ateniense, desapareció en el mar a causa de un terremoto y de una gran inundación.

En el Timeo, Critias habla de la Atlántida en el contexto de un debate acerca de la sociedad ideal; cuenta cómo llegó a enterarse de la historia y cómo fue que Solón la escuchó de los sacerdotes egipcios; refiere la ubicación de la isla y la extensión de sus dominios en el mar Mediterráneo; la heroica victoria de los atenienses y, finalmente, cómo fue que el país de los atlantes se perdió en el mar. En el Critias, el relato se centra en la historia, geografía, organización y gobierno de la Atlántida, para luego comenzar a narrar cómo fue que los dioses decidieron castigar a los atlantes por su soberbia. Relato que se interrumpe abruptamente, quedando inconclusa la historia.

Descripción de la isla
os textos de Platón sitúan la Atlántida frente a las Columnas de Hércules (lugar tradicionalmente entendido como el estrecho de Gibraltar) y la describen como una isla más grande que Libia y Asia juntas. Se señala su geografía como escarpada, a excepción de una gran llanura de forma oblonga de 3000 por 2000 estadios, rodeada de montañas hasta el mar. A mitad de la longitud de la llanura, el relato ubica una montaña baja de todas partes, distante 50 estadios del mar, destacando que fue el hogar de uno de los primeros habitantes de la isla, Evenor, nacido del suelo.

Según el Critias, Evenor tuvo una hija llamada Clito. Cuenta este escrito que Poseidón era el amo y señor de las tierras atlantes, puesto que, cuando los dioses se habían repartido el mundo, la suerte había querido que a Poseidón le correspondiera, entre otros lugares, la Atlántida. He aquí la razón de su gran influencia en esta isla. Este dios se enamoró de Clito y para protegerla, o mantenerla cautiva, creó tres anillos de agua en torno de la montaña que habitaba su amada. La pareja tuvo diez hijos, para los cuales el dios dividió la isla en respectivos diez reinos. Al hijo mayor, Atlas o Atlante, le entregó el reino que comprendía la montaña rodeada de círculos de agua, dándole, además, autoridad sobre sus hermanos. En honor a Atlas, la isla entera fue llamada Atlántida y el mar que la circundaba, Atlántico. Su hermano gemelo se llamaba Gadiro (Gadeiron o Gadeirus y Eumelo en griego) y gobernaba el extremo de la isla que se extiende desde las Columnas de Heracles hasta la región que, posiblemente por derivación de su nombre, se denominaba Gadírica, Gadeirikês o Gadeira en tiempos de Platón.

Favorecida por Poseidón, la tierra insular de Atlántida era abundante en recursos. Había toda clase de minerales, destacando el oricalco, traducible como cobre de montaña, más valioso que el oro para los atlantes y con usos religiosos (actualmente se piensa que debía ser una aleación natural del cobre); grandes bosques que proporcionaban ilimitada madera; numerosos animales, domésticos y salvajes, especialmente elefantes; copiosos y variados alimentos provenientes de la tierra. Tal prosperidad dio a los atlantes el impulso para construir grandes obras. Edificaron, sobre la montaña rodeada de círculos de agua, una espléndida acrópolis plena de notables edificios, entre los que destacaban el Palacio Real y el templo de Poseidón. Construyeron un gran canal, de 50 estadios de longitud, para comunicar la costa con el anillo de agua exterior que rodeaba la metrópolis; y otro menor y cubierto, para conectar el anillo exterior con la ciudadela. Cada viaje hacia la ciudad era vigilado desde puertas y torres, y cada anillo estaba rodeado por un muro. Los muros estaban hechos de roca roja, blanca y negra sacada de los fosos, y recubiertos de latón, estaño y oricalco. Finalmente, cavaron, alrededor de la llanura oblonga, una gigantesca fosa a partir de la cual crearon una red de canales rectos, que irrigaron todo el territorio de la planicie.

La caída del imperio atlante
Los reinos de la Atlántida formaban una confederación gobernada a través de leyes, las cuales se encontraban escritas en una columna de oricalco, en el Templo de Poseidón. Las principales leyes eran aquellas que disponían que los distintos reyes debían ayudarse mutuamente, no atacarse unos a otros y tomar las decisiones concernientes a la guerra, y otras actividades comunes, por consenso y bajo la dirección de la estirpe de Atlas. Alternadamente, cada cinco y seis años, los reyes se reunían para tomar acuerdos y para juzgar y sancionar a quienes de entre ellos habían incumplido las normas que los vinculaban.

La justicia y la virtud eran propios del gobierno de la Atlántida, pero cuando la naturaleza divina de los reyes descendientes de Poseidón se vio disminuida, la soberbia y las ansias de dominación se volvieron características de los atlantes. Según el Timeo, comenzaron una política de expansión que los llevó a controlar los pueblos de Libia (entendida tradicionalmente como el norte de África) hasta Egipto y de Europa, hasta Tirrenia (entendida tradicionalmente como Italia). Cuando trataron de someter a Grecia y Egipto, fueron derrotados por los atenienses.

El Critias señala que los dioses decidieron castigar a los atlantes por su soberbia, pero el relato se interrumpe en el momento en que Zeus y los demás dioses se reúnen para determinar la sanción. Sin embargo, habitualmente se suele asumir que el castigo fue un gran terremoto y una subsiguiente inundación que hizo desaparecer en el mar la isla donde se encontraba el reino o ciudad principal, "en un día y una noche terribles", según señala el Timeo.

Recepción del relato de Platón hasta nuestros días

En la Antigüedad
Se conservan no pocos párrafos de escritores antiguos que aluden a los escritos de Platón sobre la Atlántida; ciertamente se han perdido muchos otros. Estrabón, en el siglo I a. C., parece compartir la opinión de Posidonio (c. 135-51 a. C.) acerca de que el relato de Platón no era una ficción. Un siglo más tarde, Plinio el Viejo nos señala en su Historia Natural que, de dar crédito a Platón, deberíamos asumir que el océano Atlántico se llevó en el pasado extensas tierras. Por su parte, Plutarco, en el siglo II, nos informa de los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían relatado a Solón la historia de la Atlántida: Sonkhis de Sais y Psenophis de Heliópolis. Finalmente, en el siglo V, comentando el Timeo, Proclo refiere que Crantor (aprox. 340-290 a. C.), filósofo de la Academia platónica, viajó a Egipto y pudo ver las estelas en que se hallaba escrito el relato que escuchó Solón. Otros autores antiguos y bizantinos como Teopompo, Plinio, Diodoro Sículo, Claudio Eliano y Eustacio, entre otros, también hablan sobre la Atlántida, o los atlantes, o sobre una ignota civilización atlántica.

En el Renacimiento
Si bien conocida, durante la Edad Media la historia de la Atlántida no llamó mayormente la atención. En el Renacimiento, la leyenda fue recuperada por los humanistas, quienes la asumirán unas veces como vestigio de una sabiduría geográfica olvidada y otras, como símbolo de un porvenir utópico. El escritor mexicano Alfonso Reyes afirma que la Atlántida, así resucitada por los humanistas, trabajó por el descubrimiento de América. Francisco López de Gómara en su Historia General de las Indias, de 1552, afirma que Colón pudo haber estado influido por la leyenda atlántida y ve en voz náhuatl atl (agua) un indicio de vínculo entre aztecas y atlantes.

Durante los siglos XVI y XVII, varias islas (Azores, Canarias, Antillas, etc.) figuraron en los mapas como restos del continente perdido. En 1626, el filósofo inglés Francis Bacon publica La Nueva Atlántida (The New Atlantis), utopía en pro de un mundo basado en los principios de la razón y el progreso científico y técnico. En España, en 1673, el cronista José Pellicer de Ossau identifica la Atlántida con la península Ibérica, asociando a los atlantes con los misteriosos tartesios.

La obra de Ignatius Donnelly
No será hasta la segunda mitad del siglo XIX, que la historia de la Atlántida adquiera la fascinación que provoca hasta hoy en día. En 1869, Julio Verne escribe Veinte mil leguas de viaje submarino, novela que en su capítulo IX describe un alucinante encuentro de los protagonistas con los restos de una sumergida Atlántida. Tiempo después, en 1883, Ignatius Donnelly, congresista norteamericano, publica Atlántida: El Mundo Antediluviano (Atlantis: The Antediluvian World). En dicha obra, Donnelly, a partir de las semejanzas que aprecia entre las culturas egipcia y mesoamericana, hace converger, de modo muchas veces caprichoso, una serie de antecedentes y observaciones que lo llevan a concluir que hubo una región, desaparecida, que fue el origen de toda civilización humana (véase difusionismo) y cuyo eco habría perdurado en la leyenda de la Atlántida. El libro de Donnelly tuvo gran acogida de público (fue reeditado hasta 1976), en una época en que el avance de la ciencia permitía a su hipótesis aparecer seductoramente verosímil. Tanto fue así, que el gobierno británico organizó una expedición a las islas Azores, lugar donde el escritor situaba la Atlántida.

La Atlántida después de Donnelly, hipótesis sobre la Atlántida en actualidad
La mayoría de las conjeturas que postulaban la existencia de la Atlántida como el "continente perdido", como la de Donnelly, fueron invalidadas por la comprobación del fenómeno de la deriva continental durante los años 1950. Por ello, algunas de las hipótesis modernas proponen que algunos de los elementos de la historia de Platón se derivan de mitos anteriores o se refieren a lugares ya conocidos.

El éxito de Donnelly motivó a los autores más diversos a plantear sus propias teorías. En 1888, la ocultista Madame Blavatsky publicó La Doctrina Secreta. Allí aludía al El Libro de Dzyan un supuesto documento tibetano cuyo origen remoto estaría en la Atlántida. Según Blavatsky, los atlantes habrían sido una raza de humanos anterior a la nuestra, cuya civilización habría alcanzado un notable desarrollo científico y espiritual. En 1938, el jerarca nazi Heinrich Himmler organizó, en el contexto del misticismo nacionalsocialista, una serie de expediciones a distintos lugares del mundo en busca de los antepasados atlantes de la raza aria. En 1940, el médium norteamericano Edgar Cayce predice que en 1968 la Atlántida volverá a la superficie frente a las costas de Florida. Un año después de esa fecha, en 1969, se descubre una formación rocosa sumergida en las aguas de la isla de Bimini, Bahamas, a unos 80 km al este de Miami. Esta estructura, llamada Carretera de Bimini o Muro de Bimini, fue considerada como un resto de la isla desaparecida, alegándose que cumplía la predicción de Cayce. Sin embargo, expertos geólogos sostienen que se trata de una formación natural conocida como roca de playa.

Al margen de lo esotérico, el impulso generado por la obra de Donnelly motivará también a numerosos historiadores y arqueólogos, tanto profesionales como aficionados, quienes durante el siglo XX desarrollaron teorías que ubican la Atlántida en los más distantes lugares, asociando a los atlantes con diferentes culturas de la Antigüedad. Es así como en 1913, el británico K. T. Frost sugiere, con poco éxito, que el imperio minoico (o cretense), conocido de los egipcios, poderoso y posiblemente opresor de la Grecia primitiva, habría sido el antecedente fáctico de la leyenda atlántida. La tesis de Frost, en un principio menospreciada, acabó convertirtiéndose en una teoría bastante aceptada y difundida. En 1938, el arqueólogo griego Spyridon Marinatos plantea el fin de la civilización cretense a causa de la erupción del volcán de Santorini, podría ser el fondo histórico de la leyenda. La idea de Marinatos fue trabajada por el sismólogo Angelos Galanopoulos, quien en 1960 publicó un artículo, donde sugerentemente relaciona la tesis cretense con los textos de Platón. Si bien el propio Marinatos sostuvo siempre que se trataba de una simple especulación, la tesis de la Atlántida cretense ha tenido amplia aceptación y captado muchos seguidores, entre los que se hallaba al ya fallecido oceanógrafo francés Jacques Cousteau.

Por su parte, en 1922, el arqueólogo alemán Adolf Schulten retoma y populariza la idea de que Tartessos fue la Atlántida. Tesis que cuenta con varios seguidores hasta el día de hoy. Otras hipótesis sobre la Atlántida la sitúan en la isla de Malta, el mar de Azov, los Andes en Sudamérica, el Próximo Oriente, el norte de África, Irlanda, Indonesia, el Sur de España y en la Antártida.

En 2001, el investigador Jim Allen aseguró encontrar pruebas de la perdida isla en el Altiplano de Pampa Aullagas, Departamento de Oruro, Bolivia. El propio investigador dirigió un documental para Discovery Channel titulado La Atlántida en los Andes.

Ante la cantidad de sitios propuestos como el emplazamiento de la isla, el periodista escéptico Michael Shermer, fundador de la Skeptics Society, sostiene que las hipótesis de la ubicación de la isla Atlántida tienen defectos de fondo y forma. Por ello, Shermer rechaza en general las distintas teorías, y en particular el supuesto descubrimiento de la ubicación de la Atlántida en el sur de España por el investigador alemán Rainer Kühne; y señala que el mito de la Atlántida propuesto por Platón recoge su percepción acerca del costo de la guerra en lo económico y social, derivado de su observación del conflicto armado entre los siracusanos y los cartagineses. Este relato presentaría un mensaje moral alrededor de una sociedad que al hacerse rica se torna belicosa y corrupta, y por ello es destruida por un castigo divino. Esta postura, en general, coincide con los estudiosos del pensamiento platónico, quienes proponen que Platón simplemente elabora un relato mítico con base en hechos y locaciones reales de la época tomando elementos de las descripciones etnográficas de Heródoto. Al respecto no debe olvidarse que el propio Platón recomienda, en su estudio de la polis ideal, el uso de una noble mentira para poder consolidar el sistema político vigente.

National Geographic Society en marzo del 2011 emitió un documental sobre la Atlántida, "Finding Atlantis", bajo la conducción del profesor de la Universidad de Hartford (Connecticut), Richard Freund, quien, basándose en anteriores hipótesis de autores españoles y alemanes, defiende la posible localización de la capital de la Atlántida en el Parque de Doñana, la cual habría sido enterrada por un poderoso tsunami.

Falsa ubicación de la Atlántida en Google Ocean
En febrero de 2009, el periódico The Telegraph, del Reino Unido, publicó un artículo insinuando que usando Google Ocean (una extensión de Google Earth) se podía ver un misterioso rectángulo bajo el mar cerca de las Islas Canarias, en las coordenadas 35°15′15″N 24°15′30.53″O. Inmediatamente, expertos y fanáticos de la Atlántida comenzaron a especular, asegurando que la imagen correspondía a la ciudad hundida. Google afirmó que la imagen corresponde a un típico error de procesamiento de imagen en el momento en que se recolectaron los datos de batimetría de varios sonares de botes en la zona.

Congresos sobre la Atlántida
En julio de 2005 se celebró en la isla griega de Milos el primer congreso de las hipótesis sobre la Atlántida,48 donde los participantes expusieron sus tesis sobre la base histórico-geográfica del relato de la Atlántida reflejado en los diálogos de Platón. Como resultado del congreso, se elaboró una lista de 24 criterios para la localización de la Atlántida. Se convocó un segundo encuentro en Atenas en noviembre de 2008.49 También se convocó un tercer congreso en Santorini en el año 2010.
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