Carolina y Verónica


Carolina y Verónica eran dos jóvenes novicias de un convento, el cual, actualmente, es un colegio de Primaria y Secundaría.

Estas jóvenes habían sido amigas desde la infancia y juntas habían decido convertirse en religiosas. Durante el último año de sus estudios se celebro en el convento una pequeña convivencia religiosa en la que participaron las otras congregaciones de la comarca . De una de ellas procedía un joven que había sido criado por los monjes debido a que su madre lo abandonó, este joven era bastante atractivo y Carolina se enamoro de el a pesar de sus votos .Por otro lado Verónica también se enamoro de el pero lo mantuvo en secreto hasta que una noche Carolina fue a buscarla y la encontró en la habitación del joven acostándose con él. Carolina salió corriendo de la habitación gritando sin darle tiempo a Verónica de explicar que había renunciado a la vida religiosa y había decidido casarse con el joven . Al ver que era imposible que Carolina atendiera a razones decidió acostarse y que ya hablaría con ella por la mañana. Pero esa mañana nunca llegaría para ella.

Por la noche Carolina cogió las tijeras que usaban en los talleres de costura las cuales estaban atadas a un lazo rojo para poderse colgar del cuello y así no perderlas .Esta se dirigió sigilosamente hacía el cuarto donde se hallaba Verónica durmiendo, se acercó a la cama, levanto las tijeras abiertas y se las clavo a Verónica en el pecho al mismo tiempo que esta gritaba su nombre . Asustada por lo que había hecho, Carolina cogió el cuerpo de Verónica y lo enterró en el huerto del convento con las tijeras todavía clavadas en el pecho.

Al año siguiente Carolina seguía estudiando en el convento y todo el mundo creía que Verónica se había fugado con aquel joven del que se había enamorado, pero la noche en la que se celebraba el aniversario de la muerte de Verónica, Carolina comenzó a escuchar un ruido de pasos en el corredor que se dirigían a su habitación, de repente la puerta se abrió y Carolina fue incapaz de abrir los ojos hasta que un escalofrío recorrió su cuerpo estremeciéndola de miedo que le hizo abrirlos y observó el cuerpo putrefacto de su amiga la cual sujetaba en las manos las tijeras con el lazo rojo .En cuestión de segundos Verónica clavó las tijeras en el corazón de su amiga dándole muerte.

Al día siguiente las hermanas de la orden hallaron sobre la cama de Carolina las tijeras con el lazo rojo y una pequeña Biblia en cuyas tapas Carolina relataba lo sucedido una noche hacía ya un año cuando por celos había matado a su mejor amiga.

Se dice que el espíritu de Verónica todavía vaga buscando venganza y se dice que para invocarla es necesario una tabla de ouija, una Biblia abierta por la mitad y unas tijeras abiertas rodeadas por un lazo rojo, pero esto es muy peligroso de hacer ya que si aparece Verónica y encuentra a alguien en la reunión con los mismos sentimientos de celos y odio que su amiga Carolina, esta le clavará las tijeras en el corazón.

3 comentarios:

  1. Sé que todo esto no es verdad, son cuentos inventados, pero aun así no soy capaz de demostrarlo intentandolo hacer. Será que creeré en ello? o tan miedosa soy?

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  2. Por experiencia personal, hay cosas con las que es mejor no jugar

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  3. Soy un aficionado de las leyendas urbanas, quien navegando por internet hace tiempo conoció esta historia, la de verónica.
    una noche en casa de unos amigos, comencé a relatarles algunas historias que habia encontrado por internet, incluida la de veronica.
    una chica allí presente, riendose del asunto, fue hasta el baño, apagó las luces, cerró la puerta y la escuchamos decir fuertemente nueve veces verónica.
    nada ocurrio, nos reimos del asunto y luego de unas horas cada uno volvió a su casa.
    aproximadamente al mes de esta reunion, esta chica comenzó a sentirse muy mal. fue al medico y le detectaron un cancer fulminante. una de las metástasis se produjo en el cerebro haciendole tener un tumor grande como una pelota de tenis.
    en la agonia de la enfermedad comenzó a delirar (medicamente se llama delirium) y entre las muchas incoiherencias que decia, como no saber su nombre o donde estaba, mantenia conversaciones con una tal verónica.
    murio al poco tiempo de que le detectaran la enfermedad.
    aun hoy se me hiela la sangre de pensar en este episodio de mi vida ya que no puedo saber si fue casualidad o no.

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